Llena de jacarandás: esta es la avenida porteña más linda para recorrer en primavera
El florecimiento violeta vuelve a transformar uno de los corredores más emblemáticos de Buenos Aires. Por qué se convirtió en un paseo ideal para caminar, sacar fotos y disfrutar del aire libre
Cada año, cuando la primavera avanza y el calor empieza a sentirse de a poco, hay un momento único que marca la temporada en la Ciudad de Buenos Aires: el estallido violeta de los jacarandás. Solo basta con caminar unas cuadras en algunos de los "100 barrios porteños" para ver cómo las calles empiezan a cambiar su fisonomía y todo se vuelve más alegre.
Entre todas esas zonas, hay una avenida que se lleva todas las miradas. No importa si se la recorre temprano, al mediodía o al atardecer: siempre parece tener la luz justa y el clima perfecto para frenar un rato, mirar hacia arriba y sacar una foto. Es uno de esos lugares que la gente vuelve a elegir cada primavera porque la postal se renueva sola.
El paso de los autos, los museos, los parques y el cielo violeta dan una mezcla única que volvió a este corredor uno de los más buscados por locales y turistas. Y cuando florecen los jacarandás, el paisaje se convierte directamente en la escena más linda de la ciudad.
Avenida Figueroa Alcorta, un corredor verde imperdible
Hablamos de la Figueroa Alcorta, una de las avenidas más amplias y pintorescas de Buenos Aires. Su recorrido une parques, plazas, museos, espacios verdes y sectores residenciales que, en esta época del año, quedan enmarcados por la copa violácea de los jacarandás.
Es uno de los pocos corredores porteños donde el verde no aparece en parches aislados, sino como un paisaje continuo. El arbolado forma un techo natural que suaviza el tránsito, baja un poco el ritmo y suma ese aire casi parisino que sorprende a quienes la caminan por primera vez.
A lo largo de sus kilómetros, la combinación de naturaleza, diseño urbano y edificios emblemáticos hace que la experiencia sea visualmente atractiva en cualquier tramo del día.
Por qué los jacarandás son protagonistas de la primavera porteña
El jacarandá es uno de los árboles más queridos de la ciudad, y no solo por su color. Su floración dura varias semanas, su sombra es suave y la caída de pétalos crea una alfombra violeta que se volvió parte del paisaje porteño.
En Figueroa Alcorta, ese fenómeno se potencia porque los árboles están alineados de manera casi perfecta, permitiendo un "túnel violeta" que va cambiando a medida que avanza la luz del día.
Entre los puntos que más se destacan en esta época:
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Los tramos cercanos a Plaza Francia y el Museo de Bellas Artes
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El sector del Parque Thays
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La zona del Museo Malba y el edificio de la Facultad de Derecho
Cada segmento ofrece una postal distinta, pero todos comparten el mismo clima: primavera pura.
Un paseo ideal para caminar, andar en bici o sacar fotos
Figueroa Alcorta es una avenida con veredas anchas, bicisenda, parques continuos y cruces peatonales amplios. Eso la convierte en un espacio cómodo para disfrutarla a pie o en bicicleta sin sentirse apurado por el ritmo habitual de la ciudad.
En primavera, además de las fotos con los jacarandás, se vuelve uno de los lugares favoritos para quienes buscan:
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Hacer ejercicio al aire libre
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Pasear con mascotas
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Tomar mate en el pasto
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Descansar un rato al sol
El paisaje funciona como un escenario natural donde cada persona puede encontrar su propio ritmo.


