LIFESTYLE

Dónde queda la "capital termal" de Buenos Aires que enamora a todos

A orillas de un lago salado y con aguas termales únicas, esta ciudad bonaerense es ideal para relajarse.

Situada en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, a orillas del inmenso Lago Epecuén, hay una ciudad que se ganó el título de "capital termal" bonaerense. Se trata de Carhué, una localidad que combina naturaleza, historia y bienestar, y se convierte en un destino imperdible para quienes buscan relajarse y disfrutar de los beneficios del agua salada y termal, especialmente en época de frío.

Carhué pertenece al partido de Adolfo Alsina y cuenta con unos 8.000 habitantes. Su gran tesoro es el Lago Epecuén, un espejo de agua hipersalina cuyas propiedades terapéuticas son comparables con las del Mar Muerto. En sus cercanías se desarrollaron complejos termales, spas y alojamientos con servicios de salud y relax que atraen cada vez más visitantes de todo el país.

La historia de la zona está marcada por un hecho trágico y simbólico: en 1985, una crecida del lago inundó completamente la antigua Villa Epecuén, una ciudad turística de principios del siglo XX que fue sepultada bajo el agua durante casi 25 años. Recién en 2009, con el retroceso del agua, comenzaron a emerger sus ruinas, hoy convertidas en un atractivo turístico cargado de mística y memoria.

En los últimos años, el turismo termal y de bienestar se consolidó como el gran motor económico de Carhué. Su oferta de hoteles con piscinas termales, baños de fango, masajes y tratamientos dermatológicos lo convirtieron en uno de los destinos más elegidos por quienes buscan un descanso saludable, alejado del estrés de las grandes ciudades.

Uno de los puntos clave de su éxito turístico es la facilidad para llegar desde distintos puntos de la provincia y del país. Carhué se encuentra a unos 520 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, lo que permite acceder en auto en unas 6 horas. El camino más directo es tomar la Autopista Riccheri, seguir por la Ruta Nacional 205 hasta Bolívar, y luego continuar por las rutas 65 y 33 hasta llegar a destino.

Cómo son las Termas de Carhué

Las Termas de Carhué no son como las tradicionales aguas termales del Litoral: aquí, el protagonista es el Lago Epecuén, cuya agua salada contiene más de 200 gramos de sal por litro. Estas aguas, junto al fango natural extraído del lago, tienen propiedades antiinflamatorias, analgésicas y regenerativas, lo que las hace ideales para tratar afecciones dermatológicas, musculares y óseas.

La mayoría de los hoteles y alojamientos de la ciudad cuentan con piscinas climatizadas con agua salada, spa, circuitos de relax y servicios de estética. Además, hay propuestas terapéuticas para personas con artritis, artrosis o problemas de piel como psoriasis o dermatitis.

La entrada a los complejos termales varía según el hotel, pero los valores son accesibles si se los compara con la calidad del servicio y la exclusividad del entorno. Muchos ofrecen promociones por estadías prolongadas o escapadas de fin de semana que incluyen pensión completa, actividades recreativas y tratamientos personalizados.

Además del turismo de salud, en Carhué también se puede disfrutar de paseos por las ruinas de Villa Epecuén, recorrer la costanera del lago, hacer avistaje de aves o simplemente contemplar un atardecer sobre las aguas salinas, en uno de los paisajes más singulares de la provincia.


Esta nota habla de:
Más de Lifestyle
Con la llegada del invierno, las guardias médicas ven un aumento significativo de casos de resfríos, gripes, bronquitis y neumonías. Aunque el frío no causa las infecciones, sí crea el ambiente perfecto para la propagación de virus y bacterias. Niños pequeños y adultos mayores son los más vulnerables, y los especialistas insisten en la vacunación y los cuidados para evitar complicaciones.
Ola de enfermedades respiratorias: El frío dispara las consultas y exige máxima prevención