El Gobierno amplía el rango etario y suma terminalidad educativa y formación en oficios al Servicio Militar Voluntario, buscando atraer a jóvenes sin empleo ni estudio. Sin embargo, la medida ya genera críticas dentro de las Fuerzas Armadas, que advierten sobre los costos y la falta de soluciones a reclamos salariales históricos.
