Elecciones PBA: la pelea del PRO con la LLA
Karina Milei pelea por quedarse con el sello en la Provincia y aislar a Mauricio Macri
En un escenario político provincial cada vez más dinámico, el Gobierno nacional acelera las negociaciones con sectores del PRO para forjar una alianza estratégica de cara a las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, esta búsqueda de unidad no está exenta de tensiones, especialmente en lo que respecta a la figura del expresidente Mauricio Macri.
Fuentes cercanas al oficialismo revelan que la estrategia central del Ejecutivo es alcanzar un acuerdo con dirigentes específicos del PRO, priorizando aquellos que demuestren un compromiso genuino con el proyecto libertario. Un punto inflexible en estas conversaciones es la intención de mantener el sello electoral de La Libertad Avanza (LLA) en la boleta. "No buscamos un acuerdo con todo el partido PRO. Hay figuras dentro de ese espacio, como Mauricio Macri, con quienes no deseamos compartir nuestras filas", enfatizaron fuentes gubernamentales.
Esta postura se hizo eco de las recientes declaraciones del presidente Javier Milei, quien afirmó que "La Libertad Avanza es más poderosa que el PRO", evidenciando una relación distante y marcada por la desconfianza hacia el liderazgo de Macri. A pesar de los acercamientos y reuniones entre dirigentes de ambos espacios, desde el entorno libertario se ha transmitido un mensaje claro: la eventual unión debe basarse en un compromiso firme y sin imposiciones. "Sabemos que la unión nos da una ventaja considerable frente al kirchnerismo. Aquellos que deseen sumarse deben hacerlo con convicción y sin pretensiones", señalaron voceros del PRO que participaron en los encuentros.
Las negociaciones parecen estar lideradas por los "alfiles" de Karina Milei, la influyente Secretaria General de la Presidencia y titular de LLA a nivel nacional. Los diputados del PRO Cristian Ritondo y Diego Santilli son vistos como interlocutores clave en este proceso, ya que, según fuentes libertarias, "se ubican más en la realidad" y mantienen una disposición al diálogo más pragmática. "Ellos vienen con otra actitud, no se entregan completamente, pero su planteo es más razonable. Con Mauricio Macri, en cambio, la comunicación es inviable", deslizaron desde LLA. Las críticas hacia el expresidente se extienden a su rol en el Congreso, donde consideran que el apoyo de sus legisladores ha sido inconsistente.
Otro foco de fricción radica en la supuesta intención de Macri de influir en la gestión nacional, buscando la incorporación de figuras de su confianza al Gabinete y ofreciendo consejos al presidente Milei. "Nos pide por su gente, pero ya tenemos en el Gabinete a dos ministros que fueron candidatos a presidente y vice del PRO", manifestaron con incomodidad desde el oficialismo, sugiriendo que no ven la necesidad de ceder más espacios.
La Intransigencia del Sello Violeta y las Reacciones en el PRO
Un aspecto crucial en las negociaciones es la firmeza de LLA en mantener su identidad electoral. En todas las reuniones, se ha insistido en que cualquier acuerdo en la provincia de Buenos Aires se concretará bajo el distintivo color violeta de La Libertad Avanza, sin contemplar cambios de nombre o simbología. Esto implica que los dirigentes y militantes del PRO que se sumen a la alianza pasarán a integrar formalmente el partido de Javier Milei.
Esta condición generó diversas reacciones dentro del PRO. Mientras algunos sectores prefieren no emitir opiniones al respecto, otros manifestaron sorpresa e interrogantes sobre la disposición de sus miembros a renunciar a su histórica identidad. "Veremos hasta dónde llega la convicción de nuestros integrantes. En los encuentros, no se percibe un deseo de migrar a LLA. Incluso se habló de cómo preservar el color amarillo, un tema sensible para Macri", comentaron fuentes del partido centenario.
El Rol de Ritondo y Santilli: Entre la Negociación y la Incomodidad
En La Libertad Avanza confían en la labor de Cristian Ritondo, actual presidente del bloque PRO en la Cámara de Diputados, y de Diego Santilli en las negociaciones. Sin embargo, reconocen que Ritondo se encuentra en una posición delicada. "Por su liderazgo en el PRO bonaerense, su situación es compleja y estaremos atentos a cómo evoluciona. Además, le preocupa la posible partida de algunos de sus colegas, a quienes nosotros no tenemos interés en sumar", explicó un funcionario libertario.
Esta tensión se evidenció la semana pasada cuando, tras la reunión de Karina Milei con Ritondo, Santilli y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, se difundió una fotografía de Ritondo junto a Mauricio y Jorge Macri, en un aparente intento de mostrar unidad dentro del PRO. Por otro lado, la relación entre Santilli y Macri parece cada vez más distante, según fuentes cercanas al expresidente.
Breve Análisis:
La estrategia del Gobierno de buscar una alianza selectiva con el PRO en la provincia de Buenos Aires revela una clara intención de fortalecer su posición electoral sin ceder protagonismo ni incorporar figuras que puedan representar un contrapeso interno, especialmente Mauricio Macri. La insistencia en mantener el sello de La Libertad Avanza como condición para el acuerdo subraya la visión de Milei de que el PRO debe sumarse a su proyecto bajo sus términos.
Esta jugada genera tensiones evidentes dentro del PRO, exponiendo las diferencias entre quienes ven en la alianza una necesidad pragmática para enfrentar al kirchnerismo y aquellos que priorizan la preservación de la identidad partidaria y la influencia de su líder histórico. El rol de figuras como Ritondo y Santilli se vuelve crucial, actuando como puentes en un diálogo complejo y lleno de condicionamientos.
En última instancia, el éxito de esta estrategia dependerá de la capacidad del Gobierno para convencer a sectores relevantes del PRO de que una alianza bajo el liderazgo y la marca de La Libertad Avanza es el camino más efectivo para alcanzar sus objetivos electorales en la provincia, superando las resistencias internas y las reticencias hacia la figura de Mauricio Macri. La incertidumbre sobre el impacto de esta negociación en la cohesión del PRO y en el panorama político bonaerense sigue siendo alta.