Venezuela liberó a 71 presos políticos, pero el gendarme argentino Nahuel Gallo sigue tras las rejas
A más de un año de su detención, el suboficial permanece aislado en la cárcel de El Rodeo I. Su familia denuncia "desaparición forzada", torturas psicológicas y amenazas de muerte por parte del régimen de Nicolás Maduro.
La esperanza de una Navidad en libertad se desvaneció rápidamente para la familia de Nahuel Gallo. Mientras el gobierno de Venezuela anunciaba la liberación de 71 presos políticos en las últimas horas, el nombre del gendarme argentino brilló por su ausencia en las listas oficiales.
Gallo, quien fue detenido el 8 de diciembre de 2024 al cruzar la frontera desde Colombia para visitar a su pareja e hijo, cumple hoy un año y 18 días en cautiverio. Su situación ha escalado a un conflicto diplomático de alto voltaje entre la Casa Rosada y el Palacio de Miraflores.
"Si los gringos hacen algo, los primeros en morir son los extranjeros"
La denuncia de su esposa, María Alexandra Gómez, es desgarradora. Desde su captura, no ha existido contacto físico ni telefónico, lo que la familia califica legalmente como una desaparición forzada. Según relató en medios locales, el entorno en el penal de El Rodeo I (donde fue trasladado en julio de este año) es de una violencia extrema.
"Los derechos humanos están vulnerados por el grado de violencia que ejercen los custodios y directores. El director les dice que si Estados Unidos interviene, los extranjeros serán los primeros en morir", alertó Gómez con desesperación.
La mujer asegura que Gallo es víctima de tortura psicológica constante y que no cuenta con una defensa legal efectiva ni ha sido llevado ante tribunales de manera transparente.
El laberinto judicial: ¿Terrorista o turista?
La brecha entre las versiones oficialistas es total:
Versión de Venezuela: El Ministerio Público, liderado por Tarek William Saab, lo acusa de terrorismo, espionaje e instigación al odio. Sostienen que Gallo formaba parte de un "complot" financiado para desestabilizar al gobierno de Maduro.
Versión de Argentina: El Ministerio de Seguridad, hoy bajo la gestión de Alejandra Monteoliva, presentó documentación que acredita que Gallo tenía autorización de la Gendarmería para viajar por fines turísticos.
Desde el Gobierno nacional calificaron la detención como "inadmisible" y mantienen el reclamo ante organismos internacionales como la ONU y la OEA, que ya ha calificado el caso como un posible crimen de lesa humanidad.
Un futuro incierto bajo tensión geopolítica
La permanencia de Gallo en prisión se da en un contexto de máxima fricción. Con la reciente movilización de tropas frente a las costas venezolanas y el cruce de acusaciones entre Javier Milei y Nicolás Maduro, el gendarme parece haberse convertido en un "rehén político" de la región.
Sin expediente real y sin pruebas contundentes presentadas ante la justicia internacional, la familia de Nahuel Gallo inicia el 2026 con un solo pedido: que el gendarme deje de ser un "agujero negro" informativo y regrese vivo a su patria.


