Israel ataca Irán, profundizando el conflicto en una región ya devastada
En un contexto de marcada asimetría de poder y recursos, Israel ha lanzado un ataque a gran escala contra Irán, reportándose explosiones en el corazón de su programa nuclear y la eliminación de altos mandos militares. La "Operación Nación de Leones", que Netanyahu justificó como un golpe a las aspiraciones nucleares iraníes, intensifica una confrontación con un país que, a diferencia de la potencia israelí, carece del mismo nivel de tecnología y apoyo internacional, exacerbando la inestabilidad en Medio Oriente y perpetuando un ciclo de violencia con consecuencias impredecibles para poblaciones ya empobrecidas.
La previsible escalada en el conflicto de Medio Oriente se ha concretado con el reporte de explosiones en Irán, que habrían sido parte de una ofensiva militar israelí. Fuentes internacionales sugieren que Israel habría desplegado su avanzado sistema de misiles y sus poderosos cazas F-35 en "operaciones quirúrgicas" no solo en Teherán, la capital iraní, sino también en otras áreas estratégicas del país y contra figuras clave de su cúpula militar. Esta misión, bautizada como "Operación Nación de Leones", ha generado preocupación por la desproporción en las capacidades militares entre ambos países.
Además de la capital, se sintieron detonaciones en Natanz y Fordow, instalaciones nucleares subterráneas en el centro de Irán. Estas plantas, que el régimen iraní se vanagloriaba de considerar "impenetrables", han sido severamente atacadas. A pesar de los sistemas de defensa iraníes, que resultaron insuficientes, reportes confidenciales sugieren que el Mossad, el servicio secreto israelí, podría haber dirigido operaciones encubiertas -posiblemente ciberataques- para neutralizar las defensas, lo que subraya la ventaja tecnológica y de inteligencia de Israel.
En un mensaje a su país, el primer ministro Benjamin Netanyahu justificó la misión aérea como un golpe al "corazón del programa de enriquecimiento nuclear de Irán y sus esfuerzos por fabricar armas nucleares". Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) afirmaron que se trató de una "ofensiva combinada basada en inteligencia de alta calidad para golpear el programa nuclear de Irán, y en respuesta a la agresión en curso del régimen iraní contra Israel". Este tipo de acciones, presentadas como defensivas, se dan en un marco donde Israel cuenta con un formidable arsenal y el respaldo de potencias como Estados Unidos, lo que pone a Irán en una situación de desventaja significativa.
Consecuencias y el desequilibrio de poder en la región
El ataque israelí llega después de que Irán advirtiera sobre una posible ofensiva contra objetivos estadounidenses en la región si fracasaban las negociaciones con Washington. También, Irán había expuesto un supuesto informe sobre las centrales nucleares israelíes como posibles blancos, lo que generó un clima de tensión que el ataque israelí ha exacerbado. La ofensiva se produjo en medio de un revés para el régimen de Alí Khamenei, luego de que el organismo nuclear de Naciones Unidas, dirigido por Rafael Grossi, aprobara una resolución condenando a Teherán por incumplir sus compromisos atómicos.
Las repercusiones del ataque ya se hacen sentir. Washington anticipó movimientos en Medio Oriente y dispuso que gran parte del personal no esencial de sus embajadas en Irak, Kuwait y Baréin abandonara sus posiciones, en una señal de la creciente volatilidad que estas acciones generan en la región.
El ataque no solo alcanzó instalaciones nucleares. La estructura militar del régimen teocrático iraní también sufrió un golpe severo. Informes iniciales, luego confirmados, señalan la eliminación de figuras clave como el general Mohammad Bagheri, una de las máximas autoridades de la Guardia Revolucionaria Islámica y principal nexo iraní del programa de drones utilizados por Rusia en Ucrania. La televisión estatal iraní también confirmó la eliminación del comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Hossein Salami, sucesor de Qasem Soleimani, lo que evidencia el impacto en la cúpula militar iraní.
Otros generales iraníes y científicos nucleares, incluyendo a Mohammad-Mehdi Tehranchi (presidente de la Universidad Islámica Azad) y Fereydoun Abbasi (exjefe de la Organización de Energía Atómica de Irán), habrían sido alcanzados por los bombardeos. Israel informó que, además de Salami y Bagheri, también resultaron eliminados el comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria, Amir Alí Hajizadeh, y el comandante del Comando Khatem al-Anbiya, Gholam Ali Rashid, encargado de la respuesta militar de emergencia.
Las declaraciones de líderes militares israelíes como Eyal Zamir, jefe del Ejército, que afirmó: "Advierto que cualquiera que intente desafiarnos pagará un alto precio" y "vamos a ganar", refuerzan la percepción de una potencia militar que actúa sin reparos en la región. Mientras tanto, las conversaciones con Irán sobre el acuerdo nuclear, que se esperaban para este domingo, parecen estar ahora "Game over", según analistas consultados por Infobae, lo que cierra una vía diplomática y consolida la confrontación. Este escenario genera aún más incertidumbre y sufrimiento para las poblaciones de países con menos recursos, como Gaza e Irán, que se ven arrastradas a un conflicto de consecuencias devastadoras.
