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Franco Colapinto debutaría en Ímola, el circuito donde se mató Ayrton Senna

Existen rumores de que el piloto argentino sería piloto titular de Alpine en esta fecha.

El autódromo Enzo y Dino Ferrari, más conocido como Ímola, es uno de los circuitos más icónicos, trágicos y simbólicos del calendario de la Fórmula 1 : está ubicado en la región italiana de Emilia-Romaña, a pocos kilómetros de Maranello -la casa de la escudería Ferrari- y guarda marcas inolvidables de la historia del automovilismo.

A pesar de que la próxima fecha de la Fórmula 1 se disputará del viernes 2 al domingo 4 de mayo en el Gran Premio de Miami, el circuito de Ímola pasó a ser noticia porque podría ser el lugar donde el argentino Franco Colapinto debute de manera oficial como piloto de Alpine.

El joven piloto argentino, actualmente piloto de reserva de la escudería francesa, podría ocupar el lugar del australiano Jack Doohan, quien no está atravesando una buena temporada y empieza a ver cómo se le escapa su lugar en la F1. En ese contexto, crecen los rumores sobre la inminente llegada de Colapinto, una de las apuestas más fuertes de Flavio Briatore, histórico dirigente de la Máxima que volvió a ocupar un rol clave en Alpine como asesor a partir de medidados de la temporada pasada.

Colapinto ya trabaja desde hace meses en el simulador del equipo y es considerado una de las jóvenes promesas con mayor proyección dentro del paddock. Su eventual desembarco en la Fórmula 1 por segunda vez -el año pasado corrió nueve carreras para Williams- marcaría un nuevo hito para el automovilismo argentino.

La historia trágica de Ímola en la Fórmula 1

Ímola no es un circuito más. Es el lugar donde la Fórmula 1 tocó fondo y renació. El fin de semana del Gran Premio de San Marino de 1994 quedó grabado en la memoria colectiva del deporte por su fatalidad: el viernes, Rubens Barrichello sufrió un violento accidente en las pruebas libres y debió ser hospitalizado; el sábado, el austríaco Roland Ratzenberger perdió la vida en otro choque brutal durante la clasificación. Y el domingo 1° de mayo, el mundo se paralizó con la muerte de Ayrton Senna, tricampeón mundial y leyenda del automovilismo brasileño e internacional.

La muerte de Senna fue un antes y un después: su desaparición física fue el punto de partida para una profunda transformación en la seguridad de la Fórmula 1. Desde aquel trágico fin de semana, la categoría implementó mejoras técnicas, médicas y estructurales que dieron resultados concretos: desde entonces, ningún piloto volvió a morir en carrera durante más de dos décadas, un legado que se mide en vidas salvadas.

Pero la tragedia en Ímola no empezó ni terminó en 1994. Cinco años antes, en 1989, el austríaco Gerhard Berger protagonizó otro tremenado accidente en Tamburello, la misma curva donde luego se estrellaría Senna. La Ferrari que conducía impactó contra el muro y se prendió fuego. Milagrosamente, Berger sobrevivió con quemaduras menores, pero el incidente encendió las primeras alarmas sobre la seguridad del circuito.

Hoy, Ímola es una pista modernizada y respetada, pero que aún conserva esa aura de dramatismo. Que Colapinto debute allí sería, sin duda, un salto al gran escenario con una carga emocional y simbólica muy fuerte. No solo se trataría del sueño cumplido de un joven argentino, sino también de un nuevo capítulo en un circuito que siempre obliga a mirar hacia atrás para entender el presente.

Las características de Ímola

  • Nombre oficial: Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari
  • Ubicación: Ímola, Emilia-Romaña, Italia
  • Extensión: 4.909 kilómetros (3.050 millas)
  • Cantidad de vueltas en carrera de F1: 63 vueltas
  • Distancia total de carrera: 309,049 km

El Autódromo Enzo e Dino Ferrari, conocido mundialmente como Ímola, es uno de los circuitos más técnicos y desafiantes del calendario de la Fórmula 1. Ubicado en la región de Emilia-Romaña, Italia, muy cerca de Maranello, tiene una extensión de 4.909 kilómetros y se corre en sentido antihorario, algo poco común en la categoría.

La carrera de F1 en este trazado se disputa a 63 vueltas, cubriendo una distancia total de 309,049 kilómetros. Ímola combina curvas de velocidad media y alta, chicanas estrechas y frenadas muy exigentes, con un diseño de 19 curvas (9 a la izquierda y 10 a la derecha) que exigen al máximo la habilidad de los pilotos y el equilibrio aerodinámico de los autos.

Entre las curvas más emblemáticas se encuentra Tamburello, una rápida "S" que fue modificada tras la muerte de Ayrton Senna y que hoy es una chicana técnica; Villeneuve, otra curva rápida a la izquierda; y Tosa, una horquilla lenta ideal para sobrepasos. También destacan Piratella, una curva veloz en bajada; Acque Minerali, una exigente combinación en desnivel que pone a prueba los frenos; y la Variante Alta, una chicana en subida de alta dificultad. El cierre del circuito llega con Rivazza, un doble giro a la izquierda clave para lograr una buena salida hacia la recta principal.

En términos de velocidad, los autos alcanzan cerca de 325 km/h en la recta que desemboca en Tamburello, donde también está ubicada la única zona de DRS del circuito. Sin embargo, debido a lo angosto del trazado y a sus características técnicas, los adelantamientos son difíciles y suelen depender de la estrategia en boxes o errores del rival. Ímola es un circuito con mucho desnivel natural, salidas de pista que penalizan con grava o césped, y un trazado que obliga a encontrar un delicado equilibrio entre la velocidad en rectas y la tracción en curvas lentas. Una pista que no perdona, y que exige precisión, experiencia y sangre fría.

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