Revés histórico para el Gobierno: el Congreso rechazó definitivamente los vetos a las leyes del Garrahan y las universidades
Este histórico accionar del Poder Legislativo es la primera gran derrota parlamentaria para la gestión de La Libertad Avanza, que no pudo evitar el contundente consenso opositor, consolidando el quiebre entre el Ejecutivo y el Congreso.
En una sesión cargada de tensión, la Cámara de Diputados le propinó un durísimo golpe político al presidente Javier Milei al rechazar, con la mayoría especial de dos tercios, los vetos a las leyes de Emergencia Pediátrica en el Hospital Garrahan y de Financiamiento para las Universidades Nacionales. Apenas unas horas después del voto en la Cámara baja, el Senado ratificó la decisión, dejando a ambas iniciativas a un paso de su promulgación definitiva.
Este histórico accionar del Poder Legislativo es la primera gran derrota parlamentaria para la gestión de La Libertad Avanza, que no pudo evitar el contundente consenso opositor, consolidando el quiebre entre el Ejecutivo y el Congreso.
El primer golpe en la Cámara baja
La jornada en Diputados marcó el inicio de la derrota oficialista. Los legisladores de la oposición lograron articular los votos necesarios para anular los vetos presidenciales, superando ampliamente el umbral exigido por la Constitución. La primera votación fue sobre la Ley de Emergencia del Hospital Garrahan, donde el rechazo al veto obtuvo un abrumador apoyo de 181 votos afirmativos contra solo 60 negativos.
Minutos más tarde, la misma escena se repitió con la Ley de Financiamiento para las Universidades Nacionales. En este caso, el resultado fue de 174 votos a favor de la insistencia contra 67 en contra. Al finalizar la votación, los diputados de los bloques opositores celebraron entonando cánticos en defensa de la educación pública.
El Senado consuma el rechazo y las leyes se promulgan
En un movimiento rápido y coordinado, el Senado tomó las leyes aprobadas en Diputados y las trató con celeridad. Con el mismo espíritu de la Cámara baja, los senadores también lograron reunir los dos tercios de los votos para rechazar los vetos. Así, con ambas cámaras habiendo insistido en su sanción, las leyes quedan promulgadas de forma automática, sin necesidad de la firma del Presidente.
Esta derrota definitiva del Poder Ejecutivo en el Congreso, una de las más contundentes que se recuerden en el último tiempo, pone de manifiesto la debilidad política del oficialismo en el Parlamento y la capacidad de la oposición para unirse en temas de alto impacto social. Las leyes del Garrahan y las universidades, que el presidente Milei había bloqueado por considerarlas lesivas para el déficit fiscal, ahora son un hecho. Este resultado, además, sienta un precedente de cara a futuros debates legislativos y reformas que el Gobierno pretenda impulsar, dejando claro que el camino de los vetos será cada vez más difícil.