LIFESTYLE

Las cascadas menos conocidas de Buenos Aires: cómo visitarlas

En la provincia también hay saltos de agua escondidos entre sierras, ríos y campos, ideales para una escapada distinta.

Cuando se piensa en la provincia de Buenos Aires, lo primero que aparece son playas, campo infinito y rutas largas. Pero, si se mira un poco más de cerca, en medio de esa llanura también hay rincones donde el agua se rompe en caída y arma postales que parecen de otra provincia.

Son cascadas pequeñas si se las compara con las del sur o el litoral, pero justamente ahí está su encanto: están metidas en paisajes rurales o serranos, lejos del ruido, y suelen combinarse con arroyos transparentes, piletones naturales y senderos simples para caminar un rato y cortar con la rutina.

En los últimos años ganaron algo de fama, pero todavía siguen lejos del turismo masivo. Acá, un recorrido por algunas de las cascadas menos conocidas de Buenos Aires y una guía básica para visitarlas en una escapada de día o fin de semana.

Cascada Cifuentes: el salto más alto de la provincia

La Cascada Cifuentes -también conocida como Cascada de Aldaya- está sobre el río Quequén Salado, entre Coronel Dorrego y Tres Arroyos. Es uno de los saltos más llamativos de la provincia, con unos 8 metros de altura y un piletón natural donde el río se calma y ofrece un lugar perfecto para descansar.

El entorno es agreste, con barrancas marcadas y vegetación baja típica de la zona. Desde abajo se aprecia de frente la caída del agua y se entiende por qué es un punto buscado para sacar fotos, hacer kayak o simplemente sentarse a escuchar el ruido del río.

Se llega en auto por caminos rurales y luego se continúa a pie. Conviene ir con buen tiempo: si llueve, el barro complica el acceso. Cerca está el paraje Puente Viejo, donde suele haber fogones, proveeduría y actividades de turismo aventura.

Las Cascadas de Necochea: piletas naturales sobre el Quequén

A unos 12 kilómetros del centro de Necochea aparece un balneario conocido como "Las Cascadas", un tramo del río con desniveles suaves, correderas y piletones naturales que funcionan como un parque acuático improvisado.

Las caídas no son altas, pero la mezcla de agua clara, piedras y vegetación forma un paisaje que invita a quedarse. En la zona hay sectores de picnic, una proveeduría y hasta una pequeña estación de piscicultura abierta al público.

Es un paseo ideal para quienes veranean en Necochea y quieren cambiar por un rato la playa por el campo. Se llega en auto por camino señalizado y luego se camina unos pocos minutos. En verano, los días de semana suelen ser más tranquilos.

Sierra de la Ventana: cascadas escondidas entre los cerros

En el partido de Tornquist, la zona de Sierra de la Ventana concentra varios senderos que terminan en cascadas y piletones naturales. Entre las más buscadas están la Cascada Escondida, la Cascada Grande, Piletón Grande y sectores donde los arroyos serranos forman remansos de agua fría y transparente.

El paisaje cambia por completo: sierras que superan los mil metros, rocas, cañadones y arroyos que bajan con fuerza en época de lluvias. La caminata suele ser parte fundamental del recorrido, y la recompensa aparece al final con un piletón rodeado de piedra.

Otra opción cercana es la Olla del Napostá, dentro de la estancia Funke, donde el arroyo forma una piscina natural profunda. Según el circuito, el ingreso puede ser guiado o autoguiado, y siempre conviene consultar horarios y tarifas antes de ir.

Azul y las cascadas de Boca de las Sierras

En la zona serrana de Azul, el área recreativa Boca de las Sierras ofrece senderos cortos, miradores y sectores donde el agua cae en pequeños saltos que forman piletones de arroyo. No son cascadas altas, pero sí un respiro en medio de un paisaje de rocas redondeadas y pastizales.

Es un plan perfecto para ir en familia: hay áreas de descanso y el lugar está señalizado, aunque suele haber poca sombra, por lo que conviene llevar gorra, protector y agua.

El acceso se hace por ruta desde Azul y luego por caminos internos que llevan a la zona del parque. Es ideal para una escapada de día completo combinando caminatas, mate y algún chapuzón.

Esta nota habla de: