ASESINATO

Los padres de Lucas González declaran ante los fiscales

"Vamos a poner la cara porque no tenemos que ocultar y queremos que se haga justicia", adelantó Mario González, el papá de Lucas.

Los padres de Lucas González, el juvenil de Barracas Central que asesinado por la Policía de la Ciudad, declararán en los tribunales porteños ante los fiscales de la causa, en la que se encuentran detenidos tres efectivos de la Policía de la Ciudad. Mario González y Cintia López tenían previsto presentarse en tribunales a las 10 de la mañana ante los fiscales Leonel Gómez Barbella y Andrés Heim, que investigan el caso.

"Queremos dejar en claro que mi hijo no era ningún delincuente. Vamos a poner la cara porque no tenemos que ocultar y queremos que se haga justicia", expresó González. Los padres del adolescente habían sido convocados a declarar en forma virtual, pero prefirieron presentarse en tribunales. También se encontraba prevista la declaración de otro de los jugadores que se encontraba a bordo del auto atacado a tiros por los policías. Este lunes, los padres de Lucas encabezaron una marcha para pedir justicia en Tribunales.

"Me lo acribillaron a mi hijo. Veo la tele que decía que habían detenido a tres menores y a uno lo habían baleado en la cabeza. ¿Saben por que no le di importancia? Porque mi hijo no era un delincuente, era un bebé de 17 años que dormía conmigo. Él soñaba con llegar a Primera y me decía: ´Ya te voy a comprar una casa Cintia´", expresó la mamá del jugador juvenil en la ocasión.

En la misma jornada, más temprano, habían declarado los tres policías imputados por el hecho. El oficial José Nievas, el oficial mayor Fabián López y el inspector Gabriel Alejandro Isassi declararon ante el juez de instrucción Martín Del Viso, no aceptaron preguntas y dos de ellos reconocieron haber disparado contra los jóvenes, aunque aún no está claro quién causó las heridas mortales.

Gabriel Isassi, quien estaba a cargo de la brigada, lloró en dos oportunidades cuando declaró ante el juez, acompañado por su abogado, Alfredo Oliván. En su declaración, explicó que estaban trabajando por orden de una fiscalía penal, contravencional y de faltas de la Ciudad de Buenos Aires e identificó el número de expediente, para su corroboración por parte del juzgado.

El oficial describió las maniobras del VW Suran en el que desplazaban los cuatro jóvenes como "sospechosas" y afirmó que pensó que podía tratarse de algo vinculado con drogas, aunque no explicó por qué. Según su relato, en dos oportunidades hicieron sonar las sirenas y dieron la voz de alto, lo que fue desoído por Lucas y sus amigos, quienes emprendieron una maniobra de huida en la cual rozaron al rodado de la brigada. El relato discrepa con la versión de las víctimas, quienes aseguran que no hubo sirena ni voz de alto, como tampoco chalecos identificatorios, que los policías aseguran que tenían colocados.

Isassi, al igual que los otros dos imputados -quienes declararon posteriormente- no hizo mención a la supuesta arma que fue hallada en la parte posterior del vehículo y que apareció en una modulación en la que los policías dieron cuenta a sus superiores sobre los hechos. Según el fiscal Leonel Gómez Barbella, todo indica que esa arma de juguete fue "plantada".

La declaración de Nievas, que era quien manejaba el vehículo de la brigada, se inscribió en la misma descripción de Isassi pero, en su caso, reconoció haber disparado. López, por su parte, también lloró durante la indagatoria y admitió haber disparado, aunque dijo haberlo hecho desde la parte posterior de la Suran porque escuchó detonaciones y supuso que sus compañeros estaban en peligro. Además, contó que la orden de interceptar al rodado en el que viajaba Lucas González la dio Isassi.

Fuente, NA

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