Bebé de tres meses sobrevive a una infección por fentanilo contaminado
La familia ha presentado una denuncia ante la Justicia para que se investigue a los ministerios de Salud y a la clínica, en un caso que resalta los riesgos de un problema nacional que ya suma 68 muertes.
El dramático caso de Giovanni, un bebé de tres meses de Córdoba, pone en evidencia el riesgo del fentanilo contaminado en el sistema de salud. Nacido el 26 de abril, Giovanni transcurrió sus primeras horas de vida sin complicaciones, pero hoy lucha por su vida en la clínica Vélez Sarsfield después de haber recibido una dosis del sedante.
Tras presentar leves quejidos y una saturación de oxígeno por debajo de lo esperado, el equipo de neonatología decidió intubarlo y administrarle fentanilo como sedante. Sin embargo, el 9 de mayo, el bebé sufrió una severa descompensación que, según su madre, Sol Basualdo, lo dejó sin "esperanza de vida".
Ese mismo día, la ANMAT emitió una alerta nacional sobre la presencia de fentanilo contaminado, lo que le dio a la familia la primera explicación concreta sobre el cuadro infeccioso del bebé. Giovanni contrajo la peligrosa bacteria Klebsiella, un microorganismo que, según la madre, no estaba presente en la clínica ni en ella. "Ahí sabíamos que el bebé estaba siendo sedado con eso y era lo más probable porque no había otra forma de explicarnos la causa de su enfermedad", expresó Sol.
Las secuelas de la infección son profundas. El bebé padece un problema de reflujo que le impide alimentarse por vía oral, por lo que depende de una sonda. La familia espera una operación de botón gástrico para poder nutrirlo directamente al estómago.
Un caso que se suma a una investigación nacional
Los padres de Giovanni, Sol y Darío, presentaron una denuncia a través de su abogado, Carlos Nayi, para que se investigue al Ministerio de Salud de la Nación y de la Provincia, además de a la clínica privada. El letrado remarcó que la supervivencia del bebé es un hecho "excepcional" y que la investigación penal busca determinar "todos los niveles de responsabilidad" para saber cómo un medicamento contaminado pudo llegar a un paciente tan vulnerable.
Este caso se enmarca en una investigación nacional más amplia sobre el fentanilo adulterado, que ya contabiliza 68 muertes en todo el país. La investigación del juez federal Ernesto Kreplak se centra en la empresa HLB Pharma Group S.A. y su laboratorio elaborador exclusivo, Laboratorios Ramallo, a los que se acusa de haber producido el fentanilo de uso clínico contaminado.
Ariel García Furfaro, la cara visible de las empresas investigadas, y otras 23 personas ya han sido imputadas, con inhibición de bienes y prohibición de salida del país.